miércoles, 3 de agosto de 2011

AMBIENTALISTAS DE PARQUE


Como en el resto del país, en el Atlántico, incluida Barranquilla valoramos el tema ambiental cuando sentimos que con el se afecta una actividad económica o cuando puede servir de argumento para movilizar una intención particular que con el tiempo se descubre.

Por estos días está de moda en Barranquilla la discusión sobre los parques. En buena hora están apareciendo ambientalistas y ONG’s interesadas por intervenir en asuntos ambientales, incluso muchos de ellos para proteger los arboles de los parques se disfrazan de animales salvajes, a veces son tigres y a veces son leones. ¡Como han hecho de falta para ayudar a construir cultura ciudadana en los alrededores de los caños!.

Es también ese el caso de la discusión sobre los POMCAS - Planes de Ordenamiento y Manejo de las Cuencas- que ahora resultan un problema, pues con ellos el ordenamiento del territorio esta quedando bajo los criterios de sostenibilidad ambiental que la CRA maneja y no aquellos que observa el deseo particular de quien pretende desarrollar una actividad productiva importante.

Este es un asunto que ocupa un lugar muy especial en Barranquilla, que nace como un sitio de libres, donde la población fue asentándose espontáneamente a orilla de los caños y ciénagas desde principios del siglo XVII, de hecho, la forma de la calle 30 y las calles del centro son curvas porque siguen las formas sinuosas de las ciénagas donde nació Barranquilla (Domingo Malabet, 1875), una ciudad poblada por comerciantes acostumbrados al desarrollo de actividades rápidas de intercambio propias de la vida mercantil, característica que aun persiste y ha sido una constante en nuestra historia aunque con algunos momentos de estancamiento y otros como el que vivimos en la actualidad, de gran expectativa y proyección de crecimiento.

Esta ciudad Ceñida de agua y madurada al sol (Amira de la Rosa, 1942), que poco a poco rellenó caños, ciénagas y cuerpos de agua, para dar paso a casas, vías, iglesias y otras estructuras y cuya planificación territorial solo inició en el año 1957 con la expedición de su primer estatuto urbanístico (Aleksey Herrera, 2005), merece una nueva visión de su ordenamiento territorial alrededor de las cuencas hidrográficas, que no solo nos rodean sino que también ahora nos inundan y sobre las cuales hemos levantado por años nuestro territorio, es momento de comprendernos parte de este gran ecosistema y sin cerrarnos únicamente a la visión proteccionista o ecológica, demos paso a un desarrollo posible que respete y proyecte nuestro entorno pero que permita grandes puertos, zonas industriales y zonas habitables.

Articulo publicado en el diario LALIBERTAD, agosto 4 de 2011 Pag. 2A  http://lalibertad.com.co/dia/2011ago04/ed1.html

2 comentarios:

German Martinez dijo...

Dr. Lacouture,continue en esta linea, poniendo "el dedo en la llaga" y denunciando las carencias medioambientales de esta ciudad, con rigor y conocimiento.
German Martinez L.

leonardo dijo...

Dr.Hugues, muy interesante el tema de las zonas verdes en Barranquilla. Es de suma importancia crear zonas verdes en la ciudad que permitan resaltar la belleza de nuestra ciudad y lo que aun es mas importante aporte gran valor a la conservacion del medio ambiente y le de un respiro a una ciudad que dia a dia presenta cambios elevados de temperatura.