HUGUES LACOUTURE: CAPITAL DEL TLC Y TURISMO DE PROSTITUCIÓN
Publicado el 18 de abril de 2012 en http://zonacero.info/index.php?option=com_content&view=article&id=22999:capital-del-tlc-y-turismo-de-prostitucion&catid=103:columnista&Itemid=130
miércoles, 18 de abril de 2012
lunes, 16 de abril de 2012
CAPITAL DEL TLC Y TURISMO DE PROSTITUCIÓN
Dos acontecimientos han concentrado el interés del país en los últimos días: la cumbre de las Américas y los premios tv y novelas. A no ser porque existe información disponible en este universo de la internet y muchos, variados y extensos documentos sobre el libre comercio, la economía y la política del continente, sería muy fácil concluir que lo más importante de la cumbre fue un burro que se llamó Obama de algún colombiano en cabeza de quien nuestros medios de comunicación han dejado la representación del interés que nos sucito la estadía del presidente Obama por tres días en el país y el turismo de prostitución al que vinieron los agentes del servicio secreto.
Los vestidos, carteras y peinados de los premios tv y novelas han tenido máyor análisis y profundidad en las interpretaciones que los comentarios mediáticos. En Barranquilla ya resulta que estamos contentos porque algún ministro nos acaba de bautizar "la capital del TLC", al mismo tiempo o mejor, en el mismo discurso en el que también nos han dicho que definamos de una vez por todas si hacemos o no el puerto de aguas profundas, por supuesto ser la capital del TLC tiene más acogida en la agenda pública que semejante decisión sobre el puerto. Ya aparece la primera reacción a este llamado, uno de nustros puertos, el más importante de la ciudad que no lo es de la región y mucho menos del país valga la pena mencionarlo, ya dice que se encuentra preparado para el TLC en lo que pareciera más un mensaje clarísimo de rechazo al puerto de aguas profundas.
En 1946 Ospina nos llamó "la puerta de oro de Colombia" cuando ya habian pasado varios años de no serlo pues el eje Buenaventura Panamá contenía todo ese brillo, hoy parece que el mensaje es claro: Barraquilla tiene que prepararse, necesitamos un puerto que no dependa de los contingentes encaramientos ahora más frecuentes y comunes, sobre todo cuando ya el país está decidido a garantizar la navegabilidad del río Magdalena en todo su recorrido. Es indispensable que las vías que nos comunican con el resto del país pero en especial las que nos comunican con nosotros mismos- nuestra región- sean verdaderas vías de agilidad para el comercio. Definir nuestra vocación ya no es una tarea, es una obligación que hará posible, no sólo la reubicación de industrias sino también la creación de nuevos y mejores negocios.
La agenda pública de la ciudad y sobre todo la agenda mediática debería seguir un mismo sendero, no hemos descubierto que nuevamente Barranquilla se encuentra inmersa en una dinámica que es más el producto de decisiones externas del gobierno nacional, de multinacionales, de gobiernos extrangeros que el desarrollo y evolución de nuestra propia dinámica, es el momento en medio de la prosperidad cuando debemos definir la vocación y el papel que jugaremos en el futuro con las oportunidades que nosotros mimos hemos de establecer, que germine aquí aquello que logre la sostenibilidad en el largo plazo de esta nueva época de dinamismo.
Los vestidos, carteras y peinados de los premios tv y novelas han tenido máyor análisis y profundidad en las interpretaciones que los comentarios mediáticos. En Barranquilla ya resulta que estamos contentos porque algún ministro nos acaba de bautizar "la capital del TLC", al mismo tiempo o mejor, en el mismo discurso en el que también nos han dicho que definamos de una vez por todas si hacemos o no el puerto de aguas profundas, por supuesto ser la capital del TLC tiene más acogida en la agenda pública que semejante decisión sobre el puerto. Ya aparece la primera reacción a este llamado, uno de nustros puertos, el más importante de la ciudad que no lo es de la región y mucho menos del país valga la pena mencionarlo, ya dice que se encuentra preparado para el TLC en lo que pareciera más un mensaje clarísimo de rechazo al puerto de aguas profundas.
En 1946 Ospina nos llamó "la puerta de oro de Colombia" cuando ya habian pasado varios años de no serlo pues el eje Buenaventura Panamá contenía todo ese brillo, hoy parece que el mensaje es claro: Barraquilla tiene que prepararse, necesitamos un puerto que no dependa de los contingentes encaramientos ahora más frecuentes y comunes, sobre todo cuando ya el país está decidido a garantizar la navegabilidad del río Magdalena en todo su recorrido. Es indispensable que las vías que nos comunican con el resto del país pero en especial las que nos comunican con nosotros mismos- nuestra región- sean verdaderas vías de agilidad para el comercio. Definir nuestra vocación ya no es una tarea, es una obligación que hará posible, no sólo la reubicación de industrias sino también la creación de nuevos y mejores negocios.
La agenda pública de la ciudad y sobre todo la agenda mediática debería seguir un mismo sendero, no hemos descubierto que nuevamente Barranquilla se encuentra inmersa en una dinámica que es más el producto de decisiones externas del gobierno nacional, de multinacionales, de gobiernos extrangeros que el desarrollo y evolución de nuestra propia dinámica, es el momento en medio de la prosperidad cuando debemos definir la vocación y el papel que jugaremos en el futuro con las oportunidades que nosotros mimos hemos de establecer, que germine aquí aquello que logre la sostenibilidad en el largo plazo de esta nueva época de dinamismo.
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